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lunes, 27 de octubre de 2025

ESCUELAS PÍAS - "Ven a morir a casa" (El Genio Equivocado, 2025)


Cristian Bohórquez (sintetizadores, guitarra, bajo y programaciones) y Davis Rodríguez (voz, sintes y programaciones) ya habían coincidido en las espléndidas bandas Sundae y Martes Niebla antes de fusionar sus universos en ESCUELAS PÍAS. Los sevillanos vienen desde 2016 regalándonos singles, EP's y discos, a cual más gustoso, provistos de un enigmático syhnthgaze con fuerte deje pop asomándose al rescate de las sombras.
   
El arrebatador mostruario compositivo expuesto hasta la fecha por el dúo merecía una continuación a la altura. Entonces van y se sacan de la chistera Ven a morir a casa (El Genio Equivocado, 2025), opositando por su estructura, extensión y embrujo, a convertirse en su obra magna, batallando para tal honor con el anterior proyecto conceptual Manual para cuidar plantas articiales (2022).
 
Estamos ante la banda sonora de una película de terror imaginaria fantaseada por Davis y Cristian pero que a la vez se abre a la participación colectiva para que el oyente cree su propia historia con la escucha. El argumento que nos propone la banda se expone con una breve sinopsis insertada en esa especie de bodegón siniestro pintada como portada del disco: <<A lo largo de tres décadas (1982, 1992, 2002), tres personajes se verán asediados, seducidos y aterrorizados por un ente cósmico que se presenta ante ellos para concederles sus más ansiados deseos. ¿Quién es este Dios imperfecto con promesas de la vida que siempre soñaste?>>.


Por delante unos números de impacto: 1 hora y 9 minutos de duración, 21 cortes divididos en 2 partes, con 9 canciones y 12 instrumentales. Que no te abrumen estos datos, el disco pasa en un santiamén, eso sí, requiere de una ligera pausa en medio de la vorágine mundana y de la que tanto mereces aliviarte con placenteras experiencias como esta. Resulta paradógico que para evadirte del esperpéntico panorama actual, mucho más aterrador que cualquier novela de Stephen King, tengas que sumergirte en una BSO de película de miedo, pero así están las cosas.  

"Autobuses circulares" te da la bienvenida al álbum con unos lángidos teclados a modo de frágil calma dispuesta a ser alterada cuando menos te lo esperes, quizás por ese <<algo extraordinario>> que se reitera cerrando su lírica.

El primer tema instrumental lo encontramos en la espacial "Principio y fin", con desmelenadas guitarras colándose por ese synthwave ochentero y un cortante final inyectando desasosiego al ambiente. 

Hay cuatro canciones en concreto que representan a cada uno de los personajes del largometraje. "Niña de videoclub" sería la primera referenciando a La Niña. Un dilatado medio tiempo synthpop con sus 5 minutos y medio que son auténtico caramelo, sobre todo cuando llega el desdoblado estribillo. Todo y con eso ESCUELAS PÍAS no abandonan el halo sombrío que los caracteriza, además estamos en una peli de género, que no se te olvide.

El poderío de "La puerta" te puede pasar por encima con ese engrasado binomio sintes/guitarras reivindicándose como armas de sugestión masiva. Tanto como para abrirte las puertas del "Inferno", uno en el que se entra de la mano de unos brumosos sintes que derivan en pura inquietud a partir del segundo minuto. La aparición de la guitarra parece hacernos recuperar el aliento, será un espejismo.

Llega "Popular", la canción dedicada a otro protagonista, El Adolescente. Momento para volvernos a genuflexionar ante la banda. Instantánea, con una aureola melancólica bien marcada, otra señal de identidad de ESCUELAS PÍAS. Si hay que estar <<condenado a ser popular por una maldición>> nada mejor que bajo el influjo de las notas de esta maravilla pop.

"Feria de los horrores" te traslada en medio de las paraditas de comida, juegos y atracciones sabiendo que, por su evolución decadente y errática, algo malo va a pasar. La puntilla la pone la fantasmal "La, la, la" subiendo un peldaño la incertidumbre ambiental, mitigado en parte por la evolución hacia una electrónica más cadenciosa en su segunda mitad. 

La monumental "Señora", con un bajo muy jefe, es la canción asignada a La Mujer, el tercer personaje. Su esponjoso ritmo invita incluso a un baile sosegado, aunque sea con el susto en el cuerpo.La turbadora lírica va poniendo en situación desde la estrofa inicial: <<Ahogada en la piscina, dulce gravedad. Inerte en esta cárcel de felicidad. Mis hijos me arrancaron las entrañas, dejando solo hueco hacia la oscuridad>>.

El empuje vaporoso de "Noche artificial" funciona como refugio dónde resguardarse del monstruo, mientras que el kraut asfixiante de "Atrapados" delata que no lo hemos conseguido.

La progresiva y ensoñadora "Los lamentos" arranca la segunda parte de Ven a morir a casa alcanzando cotas inusitadas de épica sobrecogedora. La letra engrandece esa sensación desde el primer compás: <<Ven a olvidar, como esta cicatriz no deja de latir. Siempre es un día gris, un episodio en loop de un despertar febril. Susurrarás, qué tienes preparado para mi>>.

A la contundente "This man", con cierta dosis de psicodelia incorporada, hay que darle de comer aparte. Desde luego que iremos a <<vivir a tu habitación>>,  escucharla para entenderlo. Como guinda esa parada rondando su segundo minuto, tan perturbadora como grandiosa.      

"Leyenda negra" es bipolar, primero da canguelo mientras que en su segunda mitad muta hacia las curas paliativas.  

"Cosa-casa" es la canción reservada al Ente que atormenta a los tres restantes integrantes del casting. Dream-pop armonioso con una letra que sigue retozándose entre el pavor: <<Ritos satánicos, huéspedes mesiánicos. Vuelve a casa a descansar, nada te perturbará, nada te perturbará>>. Rematan la atmósfera angustiosa los densos teclados de "Tres décadas".

El melódico pop electrónico de "Ven a morir a casa" actúa como canto de sirena ya que sus amables notas parecen hechas para engatusar al respetable. Buena muestra es la entrada lírica: <<Sígueme, puedes visitarme. Te arrastraré hacia la perdición. Quédate, cerraré con llave. Olvídate de lo que fuiste hoy>>. Una estrofa evolucionando en ligero in crescendo desembocando en estribillo embriagador, todo aderezado por animosa caja de ritmos, sintes centelleantes, electrónica embrujadora, guitarras certeras... ESCUELAS PÍAS marcando músculo de terciopelo.

lunes, 20 de octubre de 2025

CARLOTA FLÂNEUR - "What my body wants" (Hidden Track Records, 2025)


CARLOTA FLÂNEUR tras el ilusionante EP debut Brains en 2020 y la confirmación de su estimulante talento pop en forma de larga duración Uncertainty (2022), nos trae ahora un disco que deslumbra por entre cada uno de sus surcos: What my body wants (Hidden Track Records, 2025).

Con Emili Bosch (b1n0) como productor Carlota nos cuenta, tal y como revela el título del trabajo, lo que le pide el cuerpo, sin demasiados filtros, rebosando honestidad. Y es que este disco es muy de piel, tanto a nivel de lírica como de sonido, pero a la vez la intervención de Emili le inyecta un fuerte componente espacial que lleva a la artista a alcanzar cotas inusitatas de sugestión y embrujo.

Abre las puertas al álbum la agridulce "Going places" con un juguetón bajo muy jefe, guitarras cristalinas y percusión placentera rematadas por unos sintes mesurados que opositan para la relevancia. Esta fórmula será la predominante en el trabajo y como primera muestra no podía ser más certera.

Foto de Silvia Poch
    
"Trust" enamora desde sus primeras notas pero cuando Carlota despliega sus encantos vocales la cosa se pone en modo irresistible. Mientras, nos llega el estribillo de "Acting wisely" y surge la magia, así además se menciona en su lírica a modo de experiencia sensorial 3D.

El disco contiene un fuerte poso sentimental y "Hit your face" no es la excepción. Es una lástima que desengaños amorosos originen canciones tan bonitas porque nacen del dolor, por lo demás nosotros encantados de poder deleitarnos con ellas. El spoken word de Carlota pone la guinda a un corte bien redondo. Pese a su título parece que la sangre no llegó al rio. 

La canción titular "What my body wants" es a la vez la más extensa del paquete, sin tirar cohetes. Tres minutos de flow preciosista que puedes incluso bailarlo levemente. 

La cara B del álbum arranca con el interludio acústico grabado en directo "On stage", donde Carlota confiesa envidia sana por lo que transmite en el escenario la gran Núria Graham. Le sigue la placentera "Overthink" con esa ondulada estrofa que parece le cueste ceder protagonismo a su coqueto estribillo rubricado por lindos coros.

"Watery eyes" fue el primer single avance del trabajo y por algo sería. La de más pegada pop del conjunto, cuidado, se pega como chicle en el zapato. Pese a la compungida lírica sus notas resultan de lo más luminosas.

lunes, 13 de octubre de 2025

DEPECHE MODE, 20 años de "Playing the Angel" (2005)

 

Martin L. GoreDave GahanAlan Wilder y Andrew Fletcher fueron la alineación titular de los DEPECHE MODE hasta que finalizó el Exotic Tour (1994), extensión de una de las giras más brutales de la historia, el Devotional Tour (1993), en la que se presentaba el demoledor Songs of Faith and Devotion (1993). Entre los daños colaterales derivados de esa gira, el más irreversible fue la dolorosa salida del grupo de Alan Wilder, pieza fundamental en el ADN del sonido de la banda desde su entrada en 1982 sustituyendo al miembro fundador Vince Clarke

Tras la recuperación de Dave de sus graves problemas de adicción vuelven como trio con Ultra (1997) y luego Exciter (2001), dos álbumes aceptables pero claramente inferiores a la media, sobre todo en comparación a sus tres precedentes. 

La ausencia de Wilder fue complicada de digerir, aún se nos hace bola, además viendo los trabajos inmediatamente posteriores de la formación era más evidente la magnitud de la pérdida. 

Con este contexto el 17 de octubre de 2005 DEPECHE MODE publican el undécimo álbum de estudio Playing the Angel, un puñetazo encima de la mesa de los de Basildon. Estamos ante su mejor trabajo de lo que llevamos de siglo XXI, ahora ya con la consolidación de la estrecha colaboración de dos miembros más en la recámara: Christian Eigner (batería) y Peter Gordeno (teclista). Además por primera vez Dave Gahan interviene en la co-autoria de canciones, concretamente en tres junto a Eigner y Andrew Phillpott, equipo con el que arrancó su carrera paralela en solitario. Fue producido por Ben Hillier, una asociación que perduraría en los dos futuros discos. 


El quinteto de cortes que arrancan Playing the Angel es desarmante. "A Pain That I'm Used To" arrolla desde su ensordecedora intro. Con una sugerente estrofa y ese estribillo que va desbocándose hasta explotar con esa especie de estruendo industrial que a la vez presenta el tema. Descarada, fresca, ilusionante. Y no bajamos el nivel de intensidad que llega la pegada de "John the Revelator", un blues electrónico y distorsionado, menuda locura. Seguimos con el aura industrial, aquí más retorcido. Inspirada en la original del norteamericano "Blind" Willie Johnson (1930) es la primera de las cuatro canciones en las que aparece la palabra "angel", contenida en el título del trabajo.

"Suffer Well" es una de las que firma Gahan en el álbum, single indiscutible del mismo, clásico instantáneo. Debatiéndose entre la elegancia y la oscuridad con ese halo bailable y el riff guitarrero marcado a fuego. Autobiográfica, solo hace falta ver su espléndido videoclip (insertado a pie de página). Llevamos tres temas y tres singles indiscutibles, inmejorable empiece.

Rebajamos un pelín el nivel de magnetismo con "The Sinner in Me" aunque no te lleves a engaño, este medio tiempo lleva sorpresa incorporada. Un nervio latente que traspasa, casi puedes notar su descarga. Finalmente se quita la careta en el salvaje último minuto y medio en el que guitarra y programación se asocian en un estallido electrizante.   

Volvemos al redil de la excelencia más absoluta con la conmovedora "Precious", si te fijas en las reproducciones en streaming se situa entre las cinco top de la banda. DEPECHE MODE recuperan el ambiente más sintético de sus primeros álbumes con riff y loop de teclados que se van entrelazando hasta presentar el sugestivo estribillo. El riff parece golpeado en vez de tocado y el loop es puro terciopelo, pero a la vez se complementan de maravilla. Aunque la cante Dave este corte se lo dedica Martin a sus hijos envueltos en el divorcio de la pareja.

Mr. Gore coge el micro en "Macro", no pretendía hacer un juego de palabras, salió solo. Enigmática, hipnótica. De naturaleza electrónica aumenta su densidad brumosa en el estribillo hasta que llegando al ocaso reivinca lo analógico a partir de unos acordes guitarreros.


La balada "I Want It All" es uno de los temas más sorprendentes del álbum. Surtida de recovecos con unas programaciones tan imprevisibles como audaces. La segunda con Gahan involucrado en su composición nos hace levitar durante sus seis minutos de cadencia trip-hop.

"Nothing's Impossible" cierra el trio de cortes no manufacturados por Martin, aunque aquí su guitarra tenga cierto protagonismo, con un envoltorio tenebroso no excento de ritmo impuesto por su marcial base. En el minuto tres sube una marcha más en el desarrollo culminando su hechizo amoroso.

El interludio instrumental lo pone la fantasmal "Introspectre" llevándonos de la mano hacia "Damaged People". Martin se desgañita dando voz en delay, emulando hábilmente a un coro, a la "gente dañada" en un emotivo corte electroacústico. Nos despertamos de este letargo sombrío con "Lilian" y su embrujo bailable, aunque sea con lágrimas de desamor en los ojos. Esos delicados acordes guitarreros me matan del gusto. Todo y con eso su potencial de hit queda empañado por una producción poco arriesgada.

En la segunda frase de "The Darkest Star" aparece el título del disco, uno que finiquita con este frondoso darkwave de casi siete minutos de duración, un amago de sinfonía. Tétricas notas al aire de piano y los coros de Martin intentan abrirse paso por entre sus pasadizos. Broche de oro para un Playing the Angel que desenterró a los DEPECHE MODE más inspirados.

viernes, 10 de octubre de 2025

SANDRA MONFORT - "La Mona de Nit" (EP Propaganda pel Fet!, 2025)

La cara B del disco La Mona (2023) es La Mona de Nit (Propaganda pel Fet!, 2025). Un EP con 6 temas donde continúa la propuesta rompedora de su antecesor, armado de un intrépido electro-folk pero desde un punto de vista, tal como se intuye en el apéndice del título; más nocturno, fiestero y visceral. 

SANDRA MONFORT arranca el trabajo con "Beneïda" y un instrumento tan ligado al folclore valenciano como la dolçaina emulando atmósferas arabescas en medio de electrónica urbana y humo de tubos de escape. Luego viene "La Seducció" con ese sugestivo halo aflamencado reprochando el eterno rol femenino establecido a través de una ruptura sentimental. Su deriva bakalaera en el último tramo es de traca.
 
El eurodance de subidón de "Fantasy" te hará más que bailar, brincar como una posesa. Le sigue la locura fusionadora de la empoderadora "Bandida" (videoclip insertado a pie de página), un electro-pasodoble para dejarte sin habla. Sólo se le podía ocurrir a la alicantina el darle esa vuelta de tuerca al tradicional pasodoble "Xàbia" (1976) de Salvador Salvà Sapena. Se dice que es el segundo pasodoble más tocado detrás de "Paquito el Chocolatero".

lunes, 6 de octubre de 2025

DOGO - "Brutalismo" (EP 2025)

DOGO asomaron la cabeza en 2024 con la publicación del single "Revolución" de la mano de un jangle-pop la mar de estimulante. Viraron poco después hacia el shoegaze con "Fume", su segundo sencillo. Xoan Escudero (bajo y voz), Carlos Beiró (guitarra y voz) y Ángel Refojo (batería) parecen ahora asentar su propuesta en 2025 ampliando el abanico de influencias con atmósferas post-punk de quilates a través de su debut en formato EP Brutalismo

La banda gallega, formada hace solo 2 años, derrocha madurez con un trabajo redondo que arranca con "Sangue", denotando poderío guitarrero desde el minuto uno. Inquietante, debatiéndose entre la ansiedad y el escapismo, con fuerte carga adictiva.

"C.I.O." y sus guitarras melódicas a más no poder jugueteando con un bajo jefazo mientras la batería por momentos vuela, enmarcando la radiación sentimental reinante mientras se remata otro tremento corte del trío.

Foto de Eva Filgo

El break con cambio de ritmo incluido hacia el ecuador de "Aí ven ela" es de aquellos detalles que delatan a un grupo sobrado de argumentos. El mantra <<Ai ven ela outra vez pero esta vez vai doer>> es de los que se marcan a fuego en el subsconciente.

Llegamos al final de Brutalismosí, es lo que tiene tratarse de un EP, que pasa en un pispás y en esta ocasión dejándonos con ganas de más. "Voltar" despide el trabajo de manera majestuosa y empoderadora. Además desplegando cada componente lo mejor de si mismo: guitarra certera, bajo percutor y robusta batería. DOGO debe de dar de qué hablar.
 
Disfruta del Brutalismo de DOGO>


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