La salmantina Elena Nieto aka YAWNERS ya tiene tercer disco en la calle con Superbucle (Montgrí, 2025). A base de power-pop noventero de quilates va labrándose una sólida carrera, de aquellas que dejan reluciente estela.
Si cogemos el tema que abre el álbum "Un día genial" y el que lo cierra "Un día horrible" ya tenemos armado el "superbucle". Uno por que nos pasa la vida, entre alegrías y decepciones, en el mejor caso sin sobresaltos, nadie dijo que fuera fácil.
Como apuntaba "Un día genial" nos da la bienvenida al trabajo y lo hace equipada con unas guitarras muy a lo "Friday I'm In Love" de los THE CURE, ni queriendo podía evitar la referencia. Igual que con la de los británicos esta desprende luminosidad desde el título hasta sus últimas notas.
"Merienda-cena" (videoclip a pie de página) sigue la senda vitalista del arranque con un imbatible estribillo que se avanza a la estrofa, como teniendo hambre de protagonismo, nótese el guiño al título que me saco de la manga. Su naturaleza contundente termina por desbocarse en los instantes finales.
Seguimos con estribillos pegadizos como el contenido en "El intruso", de las más puramente pop del conjunto. El break rondando su segundo minuto es de traca.
La agridulce "Self-diagnose" es la única en inglés de Superbucle. Elena ha ido rebajando la aparición de la lengua de Shakespeare en sus composiciones a medida que iba lanzando álbumes. La primera de bajona del disco es a la vez de las más redondas. Seguimos afligidos con "Dolor en el pecho" y ese marcado contraste entre la reposada estrofa y el estruendo del estribillo, marcando músculo la influencia de los WEEZER, auténticos ángeles de la guarda de la artista desde siempre.
"Las horas pasan" quizás sea una de las muestras más palpables de la evolución estilística de YAWNERS, atreviéndose con una pieza que se puede bailar, aunque sea con lágrimas en los ojos.
La cara B del disco nos coje con las uvas de fin de año abriéndose camino por entre tus piños. Con su indiscutible pegada "1 de enero" se convierte, desde la primera escucha, en uno de los clásicos en la carrera de Elena. Y es que lo de <<besarte el 1 de enero>> es perfecto.
Con la reflexiva "La inverosimilitud" nos aproximamos a "Sálvame", otra de las perlas de Superbucle. Una sorprendente guitarra a lo "Where the streets have no name" de los U2, aflorando y desapareciendo como el Guadiana, marcando el tempo de un corte que deriva tozudamente hacia un placentero dream-pop.