Diego Escriche (voz y guitarra), Patricia Ferragud (bajo), Salvador Frasquet (guitarra), María Gea (teclados) y Miguel J. Carmona (batería) son "El club de los cinco" particular que forman LA PLATA. Una banda que desde su formación en 2016 viene bien provista de talentosa sugestión post-punk y new-wave con sabor añejo. En la actualidad se muestra permeable a sabores post-grunge con derivas electrónicas con su tercer larga duración Interzona (Sonido Muchacho, 2025).
El trabajo más heterógeneo de los valencianos hasta la fecha es a la vez el más reflexivo y metódico en su trama. Una sinuosa travesía de exploración interior que visita diversos estados de ánimo, fortaleciendo emocionalmente.
Interzona se divide en tres etapas delimitadas por el mismo número de breves piezas instrumentales. Se abre con el himno grunge "Cerca de ti". Diego y María entrelazan sus voces, será recurrente en otros momentos del álbum, inyectando embrujo a un corte ya de por sí cautivador. El break en su ecuador es la gota que colma el vaso de la excelencia.
La melancólica "Mirar atrás" nos acaba de romper los esquemas con su base jungle jugueteando con esas guitarras marca de la casa, mientras un vaporoso teclado ejerce de loctite que fija tal fascinante amalgama sonora. Seguimos bajo el paraguas electrónico en "Ruido blanco" fundiéndose en perversa armonía con la ansiedad reinante: <<Miro al suelo al caminar, si no veo el final. Escondo en silencio un ataque de pánico y finjo entender un caos señalizado>>. El que fuera primer single avance del trabajo finaliza con auto-sample de su antagónica "La vida real".
"Música infinita" sella su hedonismo extremo con ese sample inicial sacado de la Ruta del Bakalao, aquí la terreta tira. Arrebatador corte confirmando, una vez más, que LA PLATA se han convertido en unos genios fusionando ambientes, puedes bailarla si quieres. El resultado no podía ser más satisfactorio, eso sí, la juerga funde-neuronas suele tener consecuencias a corto plazo, se le llama resacón. Se escenifica en forma de primero de los interludios instrumentales, la inquietante "5am".
"Niebla" solo altera su abatido sosiego con la distorsión guitarrera del estribillo. Unas balsámicas notas al piano parecen querer indicarnos la salida: <<y marcharnos lejos, lejos de esta oscuridad, lejos, no mirar atrás, lejos, lejos de esta niebla>>.
Un melódico riff de guitarra acústica abre la cara B del vinilo de la mano de la agridulce "La vida real". Un sugerente medio tiempo que actúa a modo de canto de sirena. Engatusa mientras embelesa para llegar al remanso de paz que es el intermedio "Aero".
En "Brillando siempre" vuelve el idílio entre la electrónica y la crudeza guitarrera envolviendo de magnetismo otra canción que rompe códigos mientras eriza el vello del gusto. Le sigue la estimulante placidez de "Agua clara", dream-pop de quilates en el que quedarte a vivir. Y no abandonaremos la ingravidez gracias a la acústica "Bien conmigo", despidiendo Interzona envueltos en un manto de quietud junto a la última pieza instrumental de título bien explícito: "Fin".
Disfruta de la Interzona de LA PLATA>
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