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lunes, 22 de marzo de 2021

VALENTINA & THE ELECTRIC POST - "The Line" (Hidden Track Records 2021)

VALENTINA & THE ELECTRIC POST, oseasé  Valentina Risi  (voz, guitarra, piano y sintes) y Ildefons Alonso (percusión y programaciones, también miembro de formaciones como El Petit de Cal Eril) debutaron en 2019 con el EP Before the Universe (Hidden Track Records) y un folk ensoñador aderezado con poso electrónico. En este 2021 nos traen The Line (Hidden Track Records), profundizando en su vertiente más ingrávida y sugestiva trip-hopera.

La evocadora e inquietante "I've got to go" abre un melón que está todo el en su punto. Me encanta el poderoso contraste entre la guitarra acústica y esos gruesos sintes, con la exploradora base a modo de adhesivo para un encaje perfecto. Le sigue la sosegada "Turn", con unos gustosos arpegios de guitarra eléctrica adornando el progresivo desarrollo, culminado su encanto por la voz de terciopelo de Valentina.

A "Psycho(p)omb" (impactante videoclip insertado a pie de página) hay que darle de comer aparte. Turbadora, adictiva, in crescendo en su poder de embrujo, con una aparente estructura convencional estrofa/estribillo que va derivando hacia la psicodelia más abrumadora. Pura maravilla.

Foto de Anna Benet

En "The Decision" aparece "la línea" a la que se hace referencia en el título del álbum y se revela como el contrapunto entre la juventud y la vejez, la alborada y el crepúsculo, el inexorable paso del tiempo. Todo aderezado con una amalgama de incisivos sintes y estimulantes programaciones.

"October" arranca con un riff de arpegio guitarrero para abrazar el chill-wave con unos centelleantes teclados, tanto en los puentes como en el remate del estribillo. Otra perla.

lunes, 15 de marzo de 2021

ESCUELAS PÍAS - "Plantas Carnívoras" EP (El Genio Equivocado, 2021)

Tres meses después de la publicación del EP Plantas de Exterior (El Genio Equivocado, 2020) ESCUELAS PÍAS vuelven a la carga con otro, Plantas Carnívoras (El Genio Equivocado, 2021). Esto será así hasta que completen los cuatro que conforman este proyecto sonoro/vegetal.

Cristian Bohórquez (ex-Sundae, ex-Blacanova y Martes Niebla) a los sintetizadores, guitarra, bajo y programaciones y Davis Rodríguez (ex-Sundae y Martes Niebla) a la voz, sintes y programaciones, vuelven a demostrar un estado de gracia que no es normal. Con Plantas Carnívoras confirman lo que se apuntaba en su anterior referencia; un mayor peso de las guitarras, una producción más majestuosa y una común temática vegetal, al menos en lo que concierne al título y arte del proyecto, obra del ilustrador Cristian Pineda.

"Lenguas Muertas" (videoclip cerrando la página) arranca el trabajo con un adictivo trallazo pop que nos invita a bajar de revoluciones vitales, revisar las convicciones de coexistencia establecidas, desaprender. La lírica como siempre incontestable: <<Quiero ser las prisas que te hacen parar, ser la sintonía de cualquier comercial. Quiero ser el chicle en tu pelo que se estira y se hace eterno. Hagámoslo más lento, sin tener que buscar el pretexto de correr...>>

Foto de Amaya Granell

El glam hace su aparición en escena con la maravillosa "La Proporción Celestial" y unas evidentes reminiscencias a los británicos Suede. Esa solemne batería omnipresente, una guitarra que tanto es compañía como gran protagonista, sintes contenidos hasta su desmelene en el estribillo, épica contenida... no queremos que acabe nunca. Su mensaje final huele a epitafio sentimental: <<Puedes hacer que el ritmo siga tus pies Que el sol no salga si no te viene bien Puedes ganar cualquier trofeo espacial Cualquier basura cualquier santo grial Qué harás esta vez Qué harás si no vuelve a sonar Qué harás si ya nadie te ve Qué haré>>.

Con "Nuevos Caminos Sin Salida" una base marcial junto a riffs guitarreros nos conducen por un trepidante viaje entre recovecos sonoros, mientras flashes de sintes parecen querer iluminarnos el paso. In crescendo, como con prisa para volver a la casilla de salida, "atreverse a parar" y es que un reseteo existencial nunca viene mal, mira por dónde me ha salido un pareado.

domingo, 7 de marzo de 2021

FERRAN PALAU - "Parc" (Hidden Track Records, 2021)

Parc (Hidden track Records, 2021) cierra, o no, ya veremos por qué derroteros va el siguiente trabajo de FERRAN PALAU, la trilogía que parece haber confeccionado junto a sus anteriores referencias Blanc (Halley Records, 18) y Kevin (Hidden Track Records, 19). Digo esto porque tanto a nivel musical como de concepto, e incluso de imagen, son trabajos con evidentes puntos en común. Cada vez más lejos estilísticamente se avistan sus dos primeros álbumes en relación a la propuesta actual . 

El combo familiar formado por FerranJordi Matas, productor y primo del artista, parecen haber anclado su sonido en una coqueta amalgama de R&B y neo-soul con permiso para el destello ocasional de flashes hip o triphoperos. Siempre con desarrollos a bajas revoluciones, como viendo el mundo en cámara lenta, su disfrute gradual se manifiesta más placentero. 

Como contraste a la naturaleza de su propuesta sosegada tenemos la vorágine compositiva en la que Ferran vive instalado durante los últimos tiempos. Sale prácticamente a disco por año, lo que no quita ni un ápice de frescura ni exquisitez al producto final. El músico padece una enfermedad llamada otoesclerosis y su audición tiene fecha de caducidad y es imprevisible. Esto hace que tenga cierta prisa en grabar discos y tocar mucho en directo. El momento de la sordera total no se sabe cuando puede llegar, es imprevisible, puede ser cuestión de días o décadas. Esa incertidumbre le empuja a ser tan creativo y prolífico.

La temática de sus discos siguen teniendo al amor como gran protagonista, aunque en gran parte de cortes sólo se intuya ya que, en esencia, sus letras son crípticas. Va arrojando frases al aire, con ello construye la canción y es una vez lanzada cuando el receptor la recoge haciéndola suya con el significado que mejor se adapte a lo que le transmita. Algo así como un lienzo sonoro sobre el que pintar las emociones propias de cada oyente.

Foto de Itsaso Arizkuren

A partir de que han ido avanzando sus lanzamientos se han ido desprendiendo capas, tanto a nivel de instrumentación como de lírica, desnudando su propuesta, llevándola al límite de la concreción. Perseguir irradiar lo máximo posible a partir de la fuerza descomunal de las pequeñas cosas, con un desenlace que no puede ser más eficiente.

Cada nueva referencia de FERRAN PALAU lleva consigo una puesta en escena a través del arte del disco, videoclips y merchandising, con temática conceptual que se pretende encajar con el contenido del álbum en si. El símbolo de Parc son unos globos y el motivo el cine de terror facturado en los años 80, chocando frontalmente con la refinada delicadeza que irradia. Una sorpresa a la que ya nos tiene acostumbrados el artista, tan dado a condimentar sus platos sonoros gourmet con salsa "agridulce". 

Parc arranca con "Reflexe", el que fuera avance del álbum con videoclip realizado por Òrbita y dirigido por Carles Pons (lo encontrarás al final de este artículo). En el reflejo, nunca mejor dicho en este caso, visual del corte se empieza a mostrar con fuerza la tesis/envoltorio de la obra completa. Un bosque, gente huyendo, un monstruo horrendo o al menos es lo que se intuye y el aparente triunfo del amor. Todo vistiendo un corte evocador hasta el extremo, con unas lánguidas guitarras, primero la acústica, luego rematando una tierna eléctrica. Esa batería quebradiza de fondo y una pareja de sintes determinantes, unos centelleantes otros señoriales. La guinda la ponen esos "uhs" vocales contenidos que van manifestándose y que seguirán haciéndolo en varios lances del disco.

"Lluny" es tan luminosa rítmicamente como afligida en su letra, el trabajo de la guitarra eléctrica sigue siendo definitivo con unos suculentos arpegios. En esta ocasión la base rítmica resulta más cadenciosa contribuyendo decisivamente a lo radiante que se propaga.

Foto de Silvia Poch

Con "Perdó" recuperamos la flojera armónica marca de la casa a través de un sensual R&B de alto copete. Un trio muy jazzístico formado por batería, bajo y teclados, trabajando como máquina bien engrasada lista para diseminar sugestión a mansalva.

"Amor" es esa vuelta de tuerca que siempre nos tienen preparados el binomio Ferran Palau/Jordi Matas en cada uno de sus trabajos, con ese filtro autotune con el que te podrías colar sin problema en la Aldea Pitufa. Cuentan en una reciente entrevista que fue la última canción compuesta del disco. Ferran se percató de que lo grabado no duraba lo suficiente para un álbum y le dijo a Jordi que en 24 horas tenían que sacar como fuera una canción más. Cumpliendo con lo que "de la necesidad se hace virtud" se sacaron de la manga el grabarla con ese plugin tan arriesgado y a la postre acertado. La letra, a modo lista de compra sentimental, también surge de la urgencia del momento.

Justo en el ecuador de Parc nos encontramos su joya más preciada, la gloriosa "Més Enllà". Nos sirve en bandeja la explicación a aquello de que el equipo Palau no busca la épica a la hora de componer, sino que dejan que sea ella misma, por si sola, la que emerja si le apetece. Aquí fluye de forma natural, sutil pero a la vez aplastante. Sólo voz y sintes, pero qué sintes, unos de monumentales muy ochenteros, al modo banda sonora de Stranger Things. Los susurros de fondo son el compañero ideal de esta fiesta para los sentidos.

lunes, 1 de marzo de 2021

THE PRUSSIANS - "Mantra" (autoeditado 2021)

THE PRUSSIANS llevan desde 2013 lanzando trabajos discográficos, con dos dos EPs, The Hills (2013) y Kerala (2016), más dos álbumes, Mul Mul (2014) y Karma (2018). Ahora llegan nos traen su tercer publicación en formato largo Mantra (2021) y con él la confirmación de su deriva hacia sonidos R&B y soul electrónico más refinados.

Dominic Massó, Tino Lucena, Ferchu Vallejos, Pau Enric Serra y Juan David Ayora son los componentes de una banda mallorquina que se autoproduce en su propio estudio Karmarecordspain. Pues de la producción quería hablar, porque resulta exquisita, logrando un sonido tan limpio como lleno de matices. Cada instrumento, loop, afinación y tono de la voz... todo está en el mejor lugar posible para sacar el máximo partido a cada una de sus composiciones.

Había un slogan publicitario de una conocida empresa de servicios de telefonía que rezaba, también a modo de "Mantra", aquello de "vienes por el ahorro y te quedas por nuestro servicio..."Con THE PRUSSIANS y Mantra también piqué el anzuelo por un reclamo, de más sustancia por cierto; por lo atractivo de su sonido, con la percepción de que bajo ese manto de producción impecable había más de una alhaja queriendo asomar su brillo. Finalmente me quedé con ellos al corroborar, escucha tras escucha, que iban emergiendo una tras otra. 

Arranca el trabajo con "Fragile Souls" y una base rítmica muy chillwave, muy autóctona, con suficiente groove como para no poder resistirte a bailarla, perderás. El riff de cuerdas omnipresente junto al trabajo de los sintes es esplendoroso.

"Make it better" con esa cálida guitarra, bajo pulsómetro, sintes concluyentes y bongos tribales asociándose a la voz de Dominic. La consecuencia es un regalo en forma de paisaje sonoro la mar de sugestivo, con videoclip insertado a pie de página.

Remarco que es un álbum muy bailable, al modo sosegado, incluso sensual, es lo que transmiten los acogedores ritmos de los medios tiempos que lo componen. Seguimos con buena prueba de ello con la sentimental "X song" y esa base trip-hopera pidiendo contorneo a gritos. El tratamiento de la guitarra, el cadencioso bajo, los flashes de sintes y sutiles coros ponen el resto.

"Mantra", la canción, y ese reluciente aire étnico ya desde su empiece con ese riff de cuerdas, parecen de sitar. Un viaje que Dominic Massó hizo a la India seguro tuvo mucho que ver, tanto en el proceso creativo de este corte en particular como del álbum en general. Luego su evolución sigue con un marcado groove electrónico enmarcando un corte altamente adictivo. La música puede cambiar tu vida igual como THE PRUSSIANS han cambiado su orientación rítmica hasta llegar donde parece su estado natural.

La elegancia cadenciosa de "Ride", una de las más inmediatas del álbum, impregna tus sentidos hasta no ser amo de ti mismo, tu cuerpo va a contornearse lo quieras o no. Tenemos incluso un alto en el camino en su ecuador con esos solemnes sintes 80's y vuelta a empezar hasta el final, consumando un corte maravilloso.

Con "Living Dream" volvemos a darle a los riffs raciales acompañados, entre otros elementos, de una fiesta en forma de percusión minimal, bajo percutor, sintes simulando vientos, batería nu jazz, con la certera aparición de la guitarra en los puentes... Lo que viene siendo otro tema embriagador.