Antonio Tejada (bajo), Ire Díez (voz y batería) y Rafa López (guitarra y teclados) conforman VICTORIA FORD. La banda de Alcalá de Guadaira (Sevilla) firmaron el año pasado un espléndido debut en formato largo con Grandes éxitos, mejores descartes (Lunar Discos). Una fresca combinación de sonoridades post-punk y pop-rock; poniéndole caras sería algo así como intercalar ingredientes de Editors y Lori Meyers para culminar en un guiso bien gustoso."Bien es poco" (EME DJ & DAVID VAN BYLEN) en su inicio desnuda el irresistible riff guitarrero, evoluciona cambiando la batería por una gruesa base electrónica y remata al modo trance el estribillo. Se disipa en parte su descaro original y sin embargo se dilata, aún más si cabe, su atracción y grandilocuencia. Insertamos su videoclip al final del post.
La nostálgica "Verano punto exe" (DAVID KANO), ahora además de saltarla puedes bailarla, con ese nuevo pulso, evocación e intensidad y un extra de pegada. "Tim Herramientas Taylor" (NACHO CANUT) su desarrollo in crescendo aquí se vuelve pura locura con esa base trance ultra-bailable que la acompaña desde su arranque, antes aún de que haga su aparición la guitarra. La letra en su momento fue premonitoria: <<...menuda fiesta te espera en casa/ rey de la pista la que me dejas/ me duele el costumbrismo y las ganas de bailar...>>
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| Foto de María Roldán |
"Llama a mi madre" (MUDAPIEL) en la versión original contiene como reclamos supremos esos abatidos rasgueos guitarreros junto a la línea de bajo y trepidante batería. Además de recovecos culminados por el brusco frenazo hacia el minuto 3:15", convirtiéndola prácticamente en dos canciones en una. Pues bien, el remix le da la vuelta como un calcetín y el pack dance que componen la base house añejo junto a embriagador sinte tiene gran parte de culpa. Aquí no hay recodos ni ángulos, solo baile a discreción.
La épica "Elige por mi" (ANDRÉS -NIÑOS MUTANTES-) se trasviste con un hipnótico loop inicial que da paso a la guitarra, tan protagonista en el corte del que se inspira y aquí relegada a testimonial, para derivar en una orgía electrónica psicotrópica de altos vuelos, nunca mejor dicho.










