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lunes, 5 de mayo de 2025

MERINA GRIS - "Zuloa" (Sonido Muchacho, 2025)

Sara ZozayaJulen Idigoras y Paskal Intxauspe son MERINA GRIS, banda singular desde la enigmática estética, culminada con máscaras cubriéndose el rostro, hasta una expansiva sonoridad hyperpop tan poco sondeada por estos lares. El trío de Donostia se valen mayormente de su euskera natal para vestir líricamente sus temas, evidenciando que no hay que renunciar a las raices para sonar tan cosmopolitas como los que más.   

En este reciente lustro han ido dando sobradas muestras de su potencial corroborándolo con el lanzamiento de su segundo álbum, Zuloa (Sonido Muchacho, 2025). El título, "agujero" en castellano, será el concepto dual sobre el que gire el trabajo. Puedes caerte en él pero también puede ser por donde liberarte o refugiarte en uno, si fuera necesario.  

El disco arranca con esta intro ensoñadora que es "Aurpegian". Un respirar hondo para lo que está por venir, como "Nadie cuando lloro" y la primera aparición del "hoyo" en la escucha. El que fuera primer avance del álbum cuenta con la colaboración de Igoitz Mendez, alias Hofe, entrelazando su voz con la de Sara, enmarcando esa gruesa electrónica guiada por una marcial base rítmica. Embriagadora, compatible con el baile, sentenciando con el lapidario mantra: <<Muchos cuando río, nadie cuando lloro>>.


Los recovecos de la agridulce "lilili" son pura obra de orfebreria. Y es que las canciones de MERINA GRIS suelen llevar consigo giros inesperados, cambios de ritmo que te dejan ojiplático del gusto. Puedes incluso pasar por diversos estados de ánimo en lo que dura una pista de los vascos y "lilili" es buena muestra de ello. 

La contestataria "Hiru Damatxo", con sus trepidantes beats, denuncia la paulatina pérdida de identidad de ciudades como San Sebastián por la especulación inmobiliaria y la sobreexplotación turística, devorando sin piedad lo autóctono. 

"Lotu Zure Txakurrak" se cimienta sobre un firme tan poderoso como inquietante. Nos asalta una espesa niebla pese a la aparición latente de sus centelleantes sintes, alumbrando mientras hielan la sangre. El asfixiante ocaso coreando el título es la guinda de este arrebatador pastel.

"Mejor" es emotividad al cuadrado, con esa sección de cuerda orquestal abrazando un corte todo el bien jugoso. La única canción del conjunto cantada íntegramente en castellano transmite la desesperada lucha por salir del "foso" omnipresente en este trabajo. Esa paradiña en su ecuador, presentando el cambio de Sara a Julen en la voz para desgañitarse hasta el final, es de oírlo para creerlo. Llegado a este punto sería justo valorar la monumental auto-producción que contiene Zuloa. Cada programación, distorsión, el refinado trabajo con el autotune... todo está en su sitio, bien dispuesto al servicio de tus sentidos.

Hay canciones del disco que podrian opositar al clubbing y la cadenciosa "Origami" seria de las mejor colocadas. Aunque rítmicamente pueda resultar de las más luminosas aquí el fantasma de la soledad encandila a modo de canto de sirena. 

"Triste Dabil Aita" explora la vulnerabilidad de la figura paterna ante la adversidad. El desasosiego parece querer aliviarse con sus vivaces notas en paulatino subidón.

lunes, 2 de octubre de 2023

ANDREA BUENAVISTA - "Antojitos" EP (Sonido Muchacho, 2023)


ANDREA BUENAVISTA no es una recién llegada en el panorama musical patrio, con experiencia en formaciones como Los Lagos de Hinault y Bar España ahora debuta discográficamente en solitario con el EP "Antojitos" (Sonido Muchacho, 2023), tras el single que publicara en 2019 "Alguien mejor". 

Co-producido junto a David Rodríguez (La Bien Querida, La Estrella de David)  en este trabajo la artista transpira aires de crooner, coplera y cantautora. Estos, fusionados, parecerían los cimientos que sustentan la magia de su proyecto, uno de íntimo y personal pero que a la vez retransmite sentimientos y experiencias universales.

La donostiarra abre Antojitos con esa especie de ranchera pop que es "Que nadie sepa" en la que se exteriorizan los enredos emocionales derivados de una relación tóxica. La cuidada lírica es otra de las marcas de la casa con versos como:  <<Y así se pasan los días: encerrados en mi casa. Para qué salir de aquí si fuera no tienes nada.Y así se pasa la vida. Agárrate fuerte a mí porque, si me soltaras, no sabría adónde ir.>>

Unas castañuelas injectan poso folclórico a "Iñigo", un minuto de corte que ejerce de perfecto muestrario de la dicotomía en la que ANDREA BUENAVISTA envuelve sus composiciones, donde la dulzura y la acidez conviven en perfecta armonía.

lunes, 25 de septiembre de 2023

BELAKO - "Sigo regando" (BMG, 2023)

BELAKO están de vuelta. Cris Lizarraga (voz y teclados), los hermanos Josu  (guitarra y voz) y Lore Billelabeitia (bajo) junto a Lander Zalakain (batería) ya tienen quinto álbum en la saca con Sigo regando (BMG, 2023). El cuarteto de Mungia (Vizcaya) lo han vuelto a hacer pero distinto, una vez más emocionando, cautivando pero también sorprendiendo inyectando, aún más si cabe, heterogeneidad sonora a un proyecto, ahora ya sí, imposible de etiquetar.

Su ideología y filosofía de vida siguen inalterables y se muestran cristalinos ya desde "Dump" que arranca el álbum con frases como: <<Here is a thought for all you dumbs. Why don’t you leave us alone, we’ve been too compliant for so long, it was about time we shut your mouths. We speak our truths and yet you find a way to still stand in our way (Aquí hay un pensamiento para todos los tontos. ¿Por qué no nos dejas en paz? Hemos sido demasiado complacientes durante tanto tiempo, ya era hora de que cerráramos la boca. Decimos nuestras verdades y aún así encuentras una manera de interponerte en nuestro camino)>>. Todo esto aderezado con un piano muy protagonista junto a una sección de cuerdas que aterciopelan la contundencia de su mensaje y de los rasgueos guitarreros de Josu

Foto de Lide Billelabeitia

La melancólica "White lies" es pura locura, con esa hipnótica línea de bajo de Lore, muy jefa, armando la vaporosa estrofa hasta llegar al no menos encantador estribillo. Pero es que luego entramos en bosques inexplorados culminando con ese toquecito duduá 50's como guinda para un final apoteósico de corte.
  
Recuperamos el lado más punk del grupo al llegar "Tangerine" con unas guitarras y percusión salvajes, muy de acorde a su contestataria lírica: <<You think I’m impressed, the weight of your foot still all over my chest. My body’s oppressed, a red right fist came from nowhere to be seen (Crees que estoy impresionado, el peso de tu pie todavía sobre todo mi pecho. Mi cuerpo esta oprimido, un puño derecho rojo apareció de la nada y se vio)>>.

La sombría "Saguzarren kanta" con bajo y electrónica marcando el pulso desde el inicio hasta que se unen a la fiesta la guitarra y batería. La voz de Cris luce especialmente pasando sin despeinarse desde el murmullo hasta el grito pelado en otro corte desarmante de los vizcaínos.
 
El riff del binomio guitarra/bajo en "Flower Trouble" nos teletransporta a los mejores The Strokes, el bajo luego irá transitando por libre reivindicando aún más protagonismo. Su mensaje no es ajeno al panorama social en el que nos toca sobrevivir: <<But personal is politics. How can we not be judgemental when everyone around is going mental (Pero lo personal es política. ¿Cómo no juzgar cuando todo el mundo a nuestro alrededor se está volviendo loco?)>>. Esos coros fantasmales y una especie de sonido de alarma oyéndose por lo bajini culminaran una bestialidad más de pista contenida en Sigo regando.

Seguimos sobrados de sugestión con "Orein Orain", uno de los pocos momentos de calma chicha del álbum. El poso jazzístico y la languidez de los coros compartirán estancia con su progresiva evolución y ese vocoder como maestro de ceremonias en la apertura y ocaso del tema. ¿Quién da más?

La última parte hasta la fecha de la trilogía cetacea "Hegodun Baleak III" resulta la más luminosa con diferencia del pack, arrimándose al pop aunque purule cierto desgarro por entre las notas vocales de Josu. Unos coros ensoñadores le ponen el lazo de regalo.
 
Cuidado con "Sangre total" (videoclip insertado a pie de página) que pica, pero ya sabes aquello que "sarna con gusto...". Inquietante como ella sola, interpeladora con versos como: <<Y si tengo que ver como me ven los ojos de la gente, tengo miedo de no gustarme pero prefiero no aburrirme. Sólo sé que me divierte verle la cara a quien le escuece>>. Una especie de kraut-rock alucinógeno con Josu y Cris marcándose un fraticida dueto al micro mientras la guitarra y bajo van haciendo de las suyas entrando en una vorágine de deleitoso caos que te noqueará del gusto. Su primera incursión en el idioma de Cervantes no podía ser más arrebatadora.

martes, 12 de abril de 2022

VULK - "Vulk Ez Da" (Montgrí, 2022)


Julen Alberdi (guitarra), Andoni de la Cruz (voz y guitarra), Alberto Eguíluz (bajo) y Jangitz Larrañaga (batería) son VULK, banda que tras cuatro años desde su anterior lanzamiento vuelven al candelero discográfico con Vulk Ez Da (Montgrí, 2022). Lo hacen con cambios sustanciales; consumándose el relevo a la batería del anterior miembro Javier Marco por Jangitz, canjeando su alternancia del euskera con el inglés por la presencia total del primero e inyectando una mayor dosis de crudeza y poderío a su propuesta post-punk. 

Que el disco se grabara en analógico en Atala Estudioa (Beri, Navarra) por Íñigo Irazoki (BELAKO, AINARA LEGARDON) con el cuarteto tocando al unísono, seguro tiene mucho que ver en la transmisión de ese plus de energía al que hacemos referencia. Todo al servicio de unas letras que exponen retales de convivencia inherentes a la condición humana, sin filtros, desde una afilada objetividad. 

Canciones adictivas como el arranque, nunca mejor dicho con ese sonido de motor de fondo añadido, "Hamar Lagun Baten Kontra" (Diez contra uno). Percutoras como el bajo en "Amodioa Kartzelan" (Romance en la cárcel), con la sorprendente complicidad de unos vientos arrolladores. Hablando de bajo, su riff en "Gaua Eta Odola" (Noche y sangre) tampoco es cojo, junto a unos arrebatadores cambios de ritmo rondando el 2º y 4º minuto del metraje. A que, para recovecos los de "Mailua" (El martillo), comprimidos en el que es el medalla de plata de los cortes más breves del conjunto con sus sugestivos 2 minutos y 8 segundos de reloj.

Foto de Aitor Mendilibar

El vivaracho riff guitarrero de "Laguna" (Amigo) nos acompaña al cierre de la cara A del LP con el amor fraternal por bandera y unos paros en su desarrollo, como para permitirnos coger aire ante lo que nos queda por escuchar. 

La inquietante "Militantzia Sutsua" (Militancia apasionada) con 6 minutos y medio donde pasarse del idilio inicial entre el bajo y la percusión a su explosivo ecuador. Luego se avanza soltando lastre hasta acabar vacíos, exhaustos, pero gozosos tras ser testigos de uno de los cortes más abrumadores del trabajo. Prácticamente viene hermanada con "Agurra"(Despedida) y ese hipnótico trabajo de las voces.

lunes, 7 de junio de 2021

MAREN - “Margaritas y Lavanda” (Hook Ediciones Musicales, 2021)

Dieciocho años de edad, pero es que a los 14 ya lanzó su primer EP, Alguien sin vergüenza (La Produktiva Records), presentándolo en salas estatales y conciertos por Euskadi. En 2019 abrió la gira del americano Tyler Ramsey en sus conciertos de Barcelona, Madrid, Zaragoza y Valencia, participando también en el festival Wave Rave junto a artistas como Crystal Fighters, Belako o Hinds. MAREN vive deprisa y debuta en 2021 en formato largo con “Margaritas y Lavanda” (Hook Ediciones Musicales).

La vizcaína utiliza su alter ego Margarette para contar sus vicisitudes y plasmarlos en un álbum que es todo él una delicatessen pop.

"Margarette, todos lloran por ti" abre el trabajo a dúo con Anni B Sweet y exquisita instrumentación abrazando unas voces que empastan a la perfección, incluso diría que se funden por momentos. Hay un desborde de elegancia y frescura, tanto sonora como lírica, lo que será una constante durante la media hora de duración del álbum.

"Cualquier cosa que diga yo" contiene un sugestivo contraste entre estrofa y puente. En primer lugar con cierta neblina flotando en el ambiente respecto a un estribillo donde parece que definitivamente salga el sol. "Debería ser normal" (videoclip insertado a pie de página) con unos cautivadores riffs de cuerdas omnipresentes junto a unos percutores y gruesos sintes de base, sumando flashes funky de la guitarra culminando el estribillo, enmarcando otro corte espléndido.

Foto de Beatriz Berzosa

"Fotosíntesis" fue el primer avance del álbum, una perla dream pop con esos encantadores punteos de guitarra acústica, un bajo pulsómetro, guitarra eléctrica que se hace visible en el estribillo y que se quita la careta definitivamente durante la sorprendente explosión psicodélica del minuto 2:50", prodigiosa.

No había hecho hincapié aún en un detallito de nada, una minucia, nótese la ironía. Me refiero a la maravillosa y personal voz de Maren, con esa especie de reverb natural que le viene de serie, incrementando el abanico de matices a la hora de verter su canto. Como se hace bien apreciable en la delicada "Un sitio que tenga sol". Las notas más bajas se muestran extremadamente bellas, las demás sólo hermosas 😉.

martes, 24 de abril de 2018

BELAKO - "Render Me Numb, Trivial Violence" (El Segell de Primavera/Belako Records,18)

Estamos ante nuestra referencia más internacional, en lo que vamos de año ya han pasado por el SWSX de Austin (Texas) y el Vive Latino de Ciudad de México y esto sólo es el principio en esta su nueva gira mundial.

BELAKO con su tercer álbum Render Me Numb, Trivial Violence (El Segell de Primavera / Belako Records, 18) se consolidan definitivamente como banda referente tras siete años de trayectoria. Eclécticos e inquietos como pocos, Josu (guitarra, teclados, bajo y voz), Lore (bajo, teclados y voz), Lander (Bateria y voces) y Cris (Voz y teclas) siguen capturando nuevos sonidos y texturas agrandando su empaque.

Render Me Numb, Trivial Violence explora las diferentes formas de violencia imperante en el planeta y palpable en nuestro día a día. Una "Violencia Trivial" (TV en inglés), a la que por desgracia estamos, más que habituados a sentirla, conformados a padecerla.

BELAKO es la crudeza y epopeya rock de su majestuoso arranque "Maskenfreiheit"; la rabia garagera de "Lungs"; el grunge desbocado de "Two Faced Simulation", con un entreacto en su ecuador que la lleva de la mano hacia su deriva explosiva, asombrosa. El halo contestario está presente en todo el trabajo, como se hace más que evidente en el trallazo "Over the Edge" y su reivindicación contra la violencia de género. 

Los cuatro jóvenes de Mungia hacen evidente su hambre por la experimentación en cortes como la adictiva kraut "Nice Church" o en las dos partes de "Stumble"; la primera in crescendo, con unas bases electro atmosféricas, coqueteando con el bajo percutor, las guitarras punzantes y la batería encabritada; la segunda más en clave lo-fi, con la voz de Cris, más protagonista si cabe de lo habitual, y esas notas desangeladas al piano, cargando el ambiente de humo cabaretero, pura maravilla.



Pero es que en Render Me Numb, Trivial Violence también hay lugar para el baile, ¿porqué no? El dub sudoroso de "Strangers in a Box" (clip a pie de post) empapándote de tal manera que hace que te contornees mientras te teletransportas a entornos tropicales. Los tambores metálicos caribeños acentúan sobremanera el ambiente. Y ya no hablemos de "The Fiend Thinker", puedes hacerte el amo de la pista de baile bajo el influjo de su ritmo techno-house.

El tridente final de álbum son revisiones o segundas partes de cortes anteriores pero que, lejos de servir de digno relleno, adquieren importancia capital al aportar nuevos puntos de vista a los mismos. Transvistiendo un tema lánguido como el "Something to Adore" de Hamen (2016) para convertirlo en energía de alto voltaje; con "Hegodun Baleak II", vuelven a revisitar su anterior disco, dándole un aire más etéreo al corte sin dejar de lado su lado más guitarrero; la simetría hace su aparición para bajar la persiana a Render Me Numb, Trivial Violence concluyendo con el fugaz remate "Maskenfreiheit II".