Dieciocho años de edad, pero es que a los 14 ya lanzó su primer EP, Alguien sin vergüenza (La Produktiva Records), presentándolo en salas estatales y conciertos por Euskadi. En 2019 abrió la gira del americano Tyler Ramsey en sus conciertos de Barcelona, Madrid, Zaragoza y Valencia, participando también en el festival Wave Rave junto a artistas como Crystal Fighters, Belako o Hinds. MAREN vive deprisa y debuta en 2021 en formato largo con “Margaritas y Lavanda” (Hook Ediciones Musicales).
La vizcaína utiliza su alter ego Margarette para contar sus vicisitudes y plasmarlos en un álbum que es todo él una delicatessen pop.
"Margarette, todos lloran por ti" abre el trabajo a dúo con Anni B Sweet y exquisita instrumentación abrazando unas voces que empastan a la perfección, incluso diría que se funden por momentos. Hay un desborde de elegancia y frescura, tanto sonora como lírica, lo que será una constante durante la media hora de duración del álbum.
"Cualquier cosa que diga yo" contiene un sugestivo contraste entre estrofa y puente. En primer lugar con cierta neblina flotando en el ambiente respecto a un estribillo donde parece que definitivamente salga el sol. "Debería ser normal" (videoclip insertado a pie de página) con unos cautivadores riffs de cuerdas omnipresentes junto a unos percutores y gruesos sintes de base, sumando flashes funky de la guitarra culminando el estribillo, enmarcando otro corte espléndido.
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Foto de Beatriz Berzosa |
"Fotosíntesis" fue el primer avance del álbum, una perla dream pop con esos encantadores punteos de guitarra acústica, un bajo pulsómetro, guitarra eléctrica que se hace visible en el estribillo y que se quita la careta definitivamente durante la sorprendente explosión psicodélica del minuto 2:50", prodigiosa.
No había hecho hincapié aún en un detallito de nada, una minucia, nótese la ironía. Me refiero a la maravillosa y personal voz de Maren, con esa especie de reverb natural que le viene de serie, incrementando el abanico de matices a la hora de verter su canto. Como se hace bien apreciable en la delicada "Un sitio que tenga sol". Las notas más bajas se muestran extremadamente bellas, las demás sólo hermosas 😉.