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lunes, 30 de octubre de 2023

FAMILY, 30 años con "Un Soplo En El Corazón" (Elefant Records, 1993)


Hay discos que dejan huella desde la pomposidad y el artificio; otros por manifiestarse como influyentes, referentes para próximas generaciones de artistas; algunos por simplemente causar impacto instantáneo por su propuesta, calidad o habilidad promocional. Pues bien, para "Un Soplo en el Corazón" (Elefant Records, 1993) deberíamos crear otra modalidad al respecto o quizás no haga falta, con darle al play, engancharte a sus melodías, programaciones y lírica es inevitable.
 
Celebramos el 30 aniversario de un disco que es una joya con todas las de la ley. El primer y último álbum de FAMILY, un enigmático dúo formado por el diseñador gráfico Javier Aramburu (voz, guitarras y programaciones) y el músico Iñaki Gametxogoikoetxea al cargo del bajo y también programaciones. Lo de "enigmático" es un adjetivo ganado a pulso por la práctica ausencia de promoción del lanzamiento, sólo hay una imagen de los dos componentes enviada a los medios y apenas apariciones públicas ni conciertos.


La semilla se plantó 10 años antes, entre 1983 y 1988 cuando Aramburu y Gametxogoikoetxea formaban con el periodista Ricardo Aldarondo un grupo llamado LA INSIDIA que no llegó a publicar ningún álbum. Más tarde, entre 1989 y 1990, ya sin Aldarondo, pasaron a llamarse EL JOVEN LAGARTO. En esta etapa publicaron una maqueta con versiones acústicas de lo que posteriormente sería su única publicación.

La primera grabación oficial como FAMILY aparece en 1992, una versión de "El signo de la cruz" de DÉCIMA VÍCTIMA interpretada junto a FANGORIA, que desde entonces no dejarán de alabar las excelencias del dúo de San Sebastián. Precisamente en los estudios de Alaska y Nacho FAMILY grabarán Un Soplo en el Corazón, un disco donde la tecnología y las emociones se conocen, se gustan y se juran amor eterno.

Al poco de que viera la luz el álbum el grupo se disolvió, a partir de entonces Javier Aramburu siguió con su faceta de diseñador gráfico siendo creador de portadas de discos míticos, empezando por el suyo propio, también dando rienda suelta a su faceta de pintor. De Iñaki no se sabe mucho, es como si no existiera más allá de su aportación a FAMILY.

El título del disco se toma de la película de 1971 del realizador francés Louis Malle. ¿Preparado para entrar en donde la melancolía es la reina, el amor el protagonista y el pop electrónico el hogar de acogida perfecto para tanta exquisitez sensorial?

Arrancamos con "La Noche Inventada" y dos aspectos recurrentes durante los 36 minutos del disco; la imaginación como vehículo al que montarse para huir hacia lugares donde poder sentir de la manera deseada y su esmerada lírica, como con: <<Miramos aburridos por el ventanal, para inventar otra vida en la misma ciudad. Dibújame una noche llena de cohetes naranjas, yo te daré las estrellas y tú las pintarás de plata. Pintalo todo de plata>>. Electrónica, caja de ritmos, guitarreo muy a lo Johnny Marr de los THE SMITHS, aspecto en lo que se reincidirá en otros momentos del disco, y alguna que otra pincelada de violines sintéticos. No había mejor manera de empezar este legendario Un Soplo En El Corazón.
 
Un bajo muy Peter Hook en JOY DIVISION se muestra muy protagonista en "Nadadora" y un singular remate del estribillo con sintes emulan un saxo. En "Como Un Aviador" se nota claramente una de las grandes influencias de la banda, los NEW ORDER, en concreto de la canción del 1986 "Bizarre Love Triange", sobre todo en su omnipresente riff de sintetizador.
 
El dream-pop entra en juego en "En el rascacielos" con una guitarra estelar, bajo pulsómetro y una especie de bongos como base rítmica en un corte tan minimalista como estimulante.

Con el nostálgico medio tiempo "El Bello Verano" recuperamos el aroma a NEW ORDER exhibido anteriormente. Eso sí, existe un riff de sintetizador 100% FAMILY rematando una estrofa que es para enmarcar. La letra sigue tocándonos la fibra: <<Tú cara triste, mi amor de plata. Podemos volver a empezar. Seremos delfines o ballenas azules, viviendo en el fondo del mar>>.

"Portugal" tiene un aire tropical con sus cálidos rasgueos de guitarra y un bajo con más flow de lo habitual. El riff de sintes del final a modo de trompetas ejerce de culminación perfecta. "El Buen Vigía" es otra perlita, hablo en diminutivo por su aparente sencillez y su concisa pero arrebatadora letra. Bueno pensándolo bien, esto podría trasladarlo a todo el disco ya que la mayoría de sus canciones cumplen estas características. Hay un dicho popular perfecto al respecto: "las mejores fragancias se sirven en frascos pequeños".

Llegamos a otros de los momentos más especiales del álbum con tres de sus canciones que ponen más la piel de gallina y además vienen cogidas de la mano: el himno "Viaje a los sueños polares", "Al otro lado" y "Carlos Balla". La primera una escapatoria sonora hacia un mundo ideal en el que dejar atrás la monotonía y nada malo te pueda pasar. Luis Calvo, fundador y director del sello Elefant puso ese nombre a un programa de radio en los 40 Principales que estuvo en emisión 10 años. La segunda siguiendo con ese espíritu viajero mental y la maleta llena de hoteles, fronteras, trenes, volcanes, poemas mexicanos… con el bajo haciendo de perfecto guía turístico. La tercera, deliciosa, parece dedicada a Carlos Berlanga y sí, podrás bailarla, aunque sea con lágrimas en los ojos. La letra no puede ser más hermosa: <<Tanto el frío de noviembre, el cansancio y la costumbre, no conocen ni una esquina de un amor tan bien guardado. Carlos baila tan delgado, siempre atento a su mirada. El color de un día triste no consigue apagar nada. Les veo bailar callados sobre un amor tan fuerte. Ella dirá aquello que él no se atreve>>.

viernes, 23 de septiembre de 2022

Fangoria – "Una Temporada en el Infierno" (Subterfuge Records, 1999)


FANGORIA fichan en 1998 por Subterfuge Records y al año siguiente ve la luz Una Temporada en el Infierno, recogiendo el título de la obra homónima del poeta francés J.A. Rimbaud. Producido brillantemente por un joven y semidesconocido Carlos Jean (26 años), se convirtió en su disco más comercial hasta ese momento y a la postre, en la obra cumbre de su carrera.

Entramos en la morada de Pedro Botero con el único salvoconducto posible, muriéndonos. "Cierra los Ojos" nos invita a emprender ese tétrico camino muy downtempo, de manera somnolienta, lentos pero seguros. Ofrendamos nuestro sacrificio en señal de adoración por esa muestra de la incipiente, en aquella época, escena electrónica peninsular.

El segundo corte pese a su lánguido inicio enseguida nos sube las pulsaciones hasta alcanzar los 120 BPM. Lamento resignado de lo que se pudo hacer y no se supo para salvar una relación. Quizás todo va cubierto por un manto de cinismo, el título de la canción, "Me Odio Cuando Miento", da que pensar en ello.

Seguimos al mismo ritmo de beats con "No Será", donde el reproche sobre el amor que ya no está se hace omnipresente. Llega más recriminación con "Contradicción" cuya estructura, con la sugestión propia de un tango, agranda su nivel de reprimenda hasta el infinito.


La lampistería se viste de gala con "Electricistas", el primer super hit de la carrera de FANGORIA. La guitarra acústica da paso al techno-pop más contemporáneo, todo ello con una producción llena de adornos electrónicos que la envuelven como papel de regalo. Los grillos de fondo, como si de un coro se tratase, hacen el resto.

Reflexiones como <<…cuando la razón miente al corazón, el delirio nos abre puertas a otro mundo, a otra realidad…>> paralizan nuestros sentidos en "Cenizas de Sangre". Profundidad literaria a ritmo de nervioso trip-hop, un cóctel explosivo. De hecho el peso de la ingeniosa lírica en todo el álbum es digna de reseña aparte.

"El Glamour de la Locura" se manifiesta en forma de medicación placebo contra el el desamor. Ese alivio, no nos engañemos, como mucho será pasajero, pero la melodía del tema junto con sus toques étnicos nos invitan a tomarnos un respiro entre tanto sufrimiento.

Por si no hemos tenido suficiente con el anterior remedio, asistimos a una terapia de autoanálisis dance en "Acusada, Juzgada y Condenada".

La depresión no ceja en su empeño y se vuelve más profunda con "Todo lo que Amo Debe Morir", medio tiempo armonioso que nos hunde literalmente en la miseria. Entonamos el mea culpa por todos los males del universo. ¿Y digo yo, será para tanto?

"Voy a Perder el Miedo" se nos revela como un precioso bolero electrónico. Esta canción además nos invita a levantarnos después de la caída e ir con la cabeza bien alta con mensajes como: <<voy a empezar a perder el miedo a perder>>, puro lirismo electro-pop.

Volvemos a quejarnos amargamente con "A Tu Lado", un drum & bass que nos presenta en público como un fracaso total, un penas, vaya. Un desgraciado de la vida, si, pero con habilidades ocultas, como el recital hip-hopero con scratchings demoledores incluidos que nos regala en el tramo final de la canción. Esta parte nos sirve de nexo de unión con el tema que cierra el álbum.

"Abre los Ojos" es una versión del músico acid-house Marshall Jefferson, donde Alaska se enfunda la túnica de gurú espiritual. Quiere convencernos, en medio de un ceremonial de místico petardeo, de que podemos llegar al conocimiento y con ello a la liberación. Así cierran FANGORIA Una Temporada en el Infierno, de manera tan filosófica como hiper bailable.

miércoles, 9 de marzo de 2016

FANGORIA - "Canciones para Robots Románticos" (Warner Music, 2016)

La colección de 4 EP's que fue su anterior Cuatricomía (Warner Music, 13) debió marcarles una tendencia de cara al futuro. De hecho FANGORIA repite fórmula con dos de los cuatro productores que se encargaron del experimento. Pero si con Guille Milkyway rebosaron rotunda sincronía, los 2 singles de Cuatricomía ("Dramas y Comedias" y "Desfachatez") estuvieron a su cargo, ¿por qué no le han encargado la producción total del presente álbum?

Y es que la primera mitad de Canciones para Robots Románticos (Warner Music, 16) contiene la mayor colección de hits por minuto de Alaska y Nacho Canut desde Arquitectura Efímera (DRO/East West, 04). El genio de  La Casa Azul se muestra sutil y eficiente en la producción de los seis primeros cortes, dándole un poso de elegancia que parecía haberse arrinconado en los últimos trabajos del dueto. 

El comienzo es de "traca i mocador" como decimos los catalanes. Desde su legendario Una Temporada en el Infierno (Subterfuge, 99) no habían iniciado un álbum de manera tan pausada como aquí gracias a "Disco Sally". Maravilloso homenaje melodramático a una anciana que tenía como segunda casa la Studio 54, donde finalmente falleció.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Místicos de Cafetería - Sólo Somos los Payasos (2012)

Místicos de Cafetería es una prolífica banda que, desde su fundación en 2011 por el oscense Luis Feel, van prácticamente a disco por año. Tras debutar con Para Aprender a Bailar en octubre de 2011, en octubre de 2012 ve la luz Sólo Somos los Payasos grabado en Antipop, mezclado y masterizado por Antonio Escobar, cuya portada es una instantánea de la fotógrafa Alba Escuer (igual que en su primer disco).

És el con esos sintes setenteros y ritmos envolventes empieza nuestro tránsito por este ecléctico álbum. La Balada de Dj Bollywood con ese riff de guitarra, los violines sintéticos,  las trompetas, el rapeo, cambios de ritmos... al final como resultado se manufactura un pedazo de pieza dance con espíritu maxi-single. La apocalíptica Harum Scarum al estilo BSO de Miami Vice, nos abre la puerta hacia una de las perlas del disco, la preciosista balada  Demasiado Amor. Por si no quedara bien claro la pasión que emanan sus notas, el rapeo lo acaba sellando y ese solo de guitarra eléctrica... bueno, bueno, we love it!


Se trasvisten de Fangoria en Nadando en Círculos con ese electro-house que engancha, y de que manera, mientras se relatan los tejes y manejes de una relación metropolitana. Entre Sepias, Pulpos y Calamares y esa voz distorsionada que nos susurra casi al oído envolviendo una gran evidencia: cuando el amor se convierte en rutina, quizás habría que llamarlo de otra manera. La vitalista Malditos Pegamoides da paso a una parte más ligera del álbum con los medios tiempos electrónicos Frágil Tela de Araña y En la Estación (vídeo concluyendo el post), la primera de temática amorosa y la segunda de protesta social.


Sólo somos los Payasos nos hace bailar por entre su trama decadente acompañados de esa combinación tan molona entre violines ilusorios, silbidos, trompetas y guitarra española. En Tragedia en la Biblioteca se pone de manifiesto una vez más lo aglutinador de Místicos de Cafetería ya que encontramos carácter cabareteroletras inclasificables y ritmos funky-electro-house. Termina el disco con una versión extendida de És el, aportando simetría a todo el conjunto.

Electrónica-fusión al estilo de los ochenteros Art of Noise, a veces irreverentes, en ocasiones rozando lo experimental y en esencia muy bailables. Nos han conquistado irremediablemente.