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lunes, 22 de abril de 2024

BLEACHERS - "Bleachers" (Dirty Hit, 2024)


Presentar a Jack Antonoff (1984) como el culpable del proyecto indie-pop BLEACHERS, anteriormente integrante de Fun, sería indiscutiblemente quedarnos con la punta del iceberg de una trayectoria incuestionable dentro del panorama musical mundial. Productor, compositor y multiinstrumentista, ganador de once premios Grammy, colaborador de artistas como Taylor Swift, Lana Del Rey, The 1975, Diana Ross, Lorde, St. Vincent, Florence + The Machine, Kevin Abstract etc. 

No hace falta decir que estamos ante una eminencia con patas, todo un talento que ha sabido estampar su firma a estilos tan diversos como el pop, rock, soul o incluso el rap. Quizás por tal abanico estilístico que ha abarcado como productor y compositor se podría pensar que costaría identificar el sonido de su banda. Pues no, desde aquel debut con Strange Desire en 2014, Antonoff ha fijado su punto de mira en un pop luminoso con notálgicas miradas a los 80's, acentuando sus preferencias en su cuarto y homónimo álbum (Dirty Hit, 2024). Un trabajo que se reivindica más participativo y compacto, más como banda en todos los sentidos.


El de New Jersey arranca el disco con la reflexiva "I Am Right On Time" y una latente épica que no acaba de liberarse totalmente, sumida en un disciplinado autocontrol. Concluye con un lapidario: <<For once in my life, I am right on time>>. Antonoff asume el paso del tiempo como el proceso de aprendizaje que es, lo que le ha llevado, entre otras muchas cosas, a gestar el álbum que nos ocupa.

BLEACHERS se ponen el traje de sus vecinos la E Street Band en el corte más inmediato del trabajo, el juguetón single "Modern Girl". Uno de luminoso, me atrevería a decir festivo, con el saxofón muy protagonista, seguirá así en otros lances del trabajo, y el mismo grupo insertado en una lírica entre sarcástica y hedonista. Este instrumento de viento sigue haciendo de las suyas en "Jesus Is Dead", despertándonos abruptamente de su machacón desarrollo hacia el tercio final del corte. 

Entramos en zona de alto standing emocional con los dos singles "Me Before You" y "Alma Mater". La primera, una preciosa balada con retintín a declaración amorosa incluida, de hecho la relación sentimental con su actual mujer es una de las claras inspiraciones del álbum. La segunda, con una base electrónica como pulso de la misma, ecos de saxo y sorprendente pincelada de falsete incluido, además de la intervención de Lana del Rey como guinda de un corte todo el embelesante.

"Tiny Moves" es el cuarto single extraido del álbum haciendo justicia a su adictivo poderío. Incluimos a pie de página el videoclip protagonizado por la esposa de Antonoff, la actriz, bailarina y modelo también estadounidense Margaret Qualley

Un fuerte aroma a The National impregna la escucha con la llegada de la conmovedora "Isimo", no es el único momento del disco en que Jack Antonoff parece fundirse con Matt Berninger. Mientras, la acústica "Woke Up Today" explorará bucólicos terrenos folk acompañada de coros abrazando su balsámica guitarra.

Otra colaboración de lujo en el ábum es la de Florence Welch (Florence and the Machine) en la desgarradora "Self Respect", precediendo a la minimalista "Hey Joe", la más breve del conjunto con sus agridulces apenas dos minutos de duración.  

Si el trabajo hubiera concluido aquí no hubiera pasado nada, posiblemente incluso ganaría, por su empaque, puestos de entre lo más destacado de las referencias internacionales de este 2024. Pero a BLEACHERS aún les quedaban cuatro canciones en la recámara con "Call Me After Midnight", "We're Gonna Know Each Other Forever", "Ordinary Heaven" y "The Waiter". A la postre no aportan decisivamente al conjunto aunque encontremos en ellas suficientes motivos para el disfrute. Como el halo cadencioso de la primera o el desarrollo vocal en la segunda hasta llegar al desganite, enmarcando su contenida épica. También destacan las pinceladas de experimentación en esa especie de etéreo gospel eléctrónico del extenso penúltimo corte del disco. En "The Waiter" utilizan el autotune a modo de pañuelo al aire con el que despedir un trabajo bien jugoso. 
 
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